Ahora que lo pienso mejor, es asquerosa la forma en que me dejaste. Al punto que te detesto. Me contaron por ahí que disfrutas del dolor ajeno y más cuando es de gente que te quiere, que te quiere con toda el alma como yo,la pelotuda más grande que se haya conocido... Te creí cuando decías que conmigo era diferente, que ibas a cambiar, que ibas a intentar. Quise conquistar poco a poco tu corazón,ese corazón que me enamoró y hoy hace que te odie. no para apropiarmelo, sino para cuidarlo de todo el mal que quisiera hacerte mal. Eras la única persona que me hacía sentir viva, con fuerzas para mañana despertarme y sonreir al abrir los ojos. La vida para mi era saber que vivía porque tu amor me salvó,me sacó de esa mierda en donde estaba estancada, porque no dudaste en agarrarme la mano cuando pensé que no había nadie mirando que hacía o dejaba de hacer, pensé que ya no importaba, que en verdad daba lo mismo si las cosas se terminaban ese día o al día siguiente. Y en realidad tu puta mano fue sólo otra trampa. Si antes estaba mal y pensé que habías llegado para evitar que cayese en las redes de algún cazador, no me di cuenta que en verdad, el cazador disfrazado de cordero eras vos. Que si bien me salvarías ese día, también estarías orgulloso de quitarme todo aquello que un día me diste de un tirón, quitarmelo y sonreír porque ya no soy tuya ni de nadie porque cuando te fuiste sabías muy bien que después de vos, me resultaría imposible confiar y menos todavía, amar a alguien con esa intensidad con que te amé a vos.
Si no te queda claro, sos un FORRO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario