Y ahí estabamos, nerviosos por lo que estaba a punto de pasar...
Entramos a ese cálido lugar en donde 2 almas se iban a unir, en donde la suma de 2 personas esta vez iba a dar uno.
Me miraste, te mire y ahí fué donde empezó todo, mi boca como por inersia se fué acercando cada vez más a vos..
De a poco las prendas pedían a gritos dejarnos en cuero, darnos esa hermosa libertad de poder disfrutar de nuestra piel, de hacer las caricias un poco más lindas.
Mientras la música de fondo terminaba de hacer de esa noche algo perfecto.
El agua, tu cara mojada, mis manos inquietas, esa boca que hace cometer todo tipo de pecados, tu suave piel y esos mil lunares que besé.
Guardo aquel recuerdo como el tesoro más preciado, como oro, como algo hermoso que nos regalamos.