Y me tomó un tiempo darme cuenta que tus ojos habían llegado demasiado lejos, que tus manos con total desenvolvimiendo acariciaban mis manos, que tu boca sólo estuvo a centímetros de la mía.
Me tomó un tiempo entender el por qué de la situación.
Me pediste que sonría y yo lo hacía por dentro, mientras mi cabeza te sacaba fotos.
Me tomó un tiempo volver a sentir todo esto. Y tal vez nuestros tiempos no se encuentren por esta vez.
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