Domingo 21/5

Ayer no fué nuestro día. Anoche como vos dijiste "nos vimos de pura casualidad" y en realidad yo no creo en las casualidades si no en el destino. Y el destino quizo que estemos en el momento indicado a la hora justa. Después de una charla bastante cargada nos fuimos a tu casa, nadie sabía como encarar la charla ,solo nos miramos a los ojos, empezamos a decirnos todo y dejamos varias cosas atrás.
Beso va, beso viene terminamos haciendo el amor(cosa que me encanta porque te amo y no me arrepiento de entregarme a vos).
Hoy nos levantamos y me sacaste la ficha que mucho no me gusta dar besos sin lavarnos los dientes jaja pero con vos hago una excepción SIEMPRE EN TODO.
Hacemos el amor una vez más y bien temprano, en este caso no me preparas el desayuno porque tengo todas las energías pero sí me cocinas con tanto como amos como todo lo que haces para mi y me gusta mucho eso,mi alma por dentro sonríe sabiendo que encontró su mitad.
Nos reimos, nos hacemos cosquillas, te hago chistes y vivo la parte más hermosa que es cuando te reís. Le aviso a mi cabeza que saque su cámara de fotos para retratar ese momento y guardarla para cuando el mundo se me venga abajo y necesite de vos...Te acaricio seguido de un beso, un beso que te demuestra que el amor que tengo por vos jamás lo sentí por nadie, un beso que pide a gritos que no te alejes nunca más de mi lado. Llega el momento en donde me toca ir y lentamente empiezo a cambiarme. Me despido de tu cuarto, nuestro cuarto, este fenómeno cómplice de cuatro paredes que mantiene nuestro secreto bajo tumba.
Y así es como agarro mis zapatos, mi cartera y salimos. Afuera me espera el taxi pero antes de salir volvemos a escondernos como dos niños. Te abrazo para que entiendas que no te quiero soltar y te voy a extrañar. Me pedís que te avide cuando llego a casa pero yo solo pienso en volver a acostarme con vos.
Subo al taxi y mientras me alejo te saludo por la ventana. Es acá donde mi mundo se paraliza hasta nuestro nuevo encuentro.
Mientras tanto...... te extraño.